LA CALIDAD DEL AIRE SUBTERRÁNEO PRESENTA INCREMENTOS DE HASTA 5 VECES LA CONTAMINACIÓN ATMOSFÉRICA CON RESPECTO AL EXTERIOR.
Los millones de pasajeros que utilizan diariamente como medio de transporte el metro en las grandes ciudades probablemente desconozcan el bajo nivel de calidad del aire que respiran mientras están realizando sus desplazamientos.
Estudios realizados en las estaciones y vagones de los metros de grandes ciudades muestran unos niveles de contaminación bastante alarmantes, puesto que en algunas zonas son hasta 10 veces más altos que los niveles recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Uno de esos estudios es el realizado durante el año 2019 por investigadores de la universidad pública King’s College de Londres sobre la contaminación por partículas finas (PM2,5) en la red de metro de Londres, que concluye que existen concentraciones de PM2,5 en vagones de trenes subterráneos 18 veces superior que el nivel de la calle de la ciudad de Londres. Aunque también advierte que los niveles de concentración en toda la red del metro son altamente variables, mostrando zonas muy contaminadas y otras con aire con baja contaminación atmosférica. Por último advierte de la significativa exposición a PM2,5 que sufren los trabajadores del metro así como aquellos ciudadanos que utilizan dicho transporte diariamente.
El problema de la capital británica es el mismo que el de la capital española, ya que en un estudio preliminar realizado en Madrid durante los meses de Noviembre 2019 y Enero 2020 midió la presencia de las partículas en suspensión de menos de 2,5 micras (PM2,5), las más dañinas para la salud. Los resultados fueron muy parejos a los de Londres, revelando una calidad del aire sensiblemente peor en las estaciones del suburbano que en la superficie, y que en determinados andenes y estaciones, el suburbano registra niveles de contaminación que superan con creces las directrices de la OMS.
Otro de los estudios es el realizado en Barcelona, coordinado por Teresa Moreno del IDAEA del Consejo Superior de Investigaciones Científicas que analizó la calidad del aire de los transportes urbanos de Barcelona, y mostró que la contaminación en el metro es mucho mayor que en la vía pública o el tranvía. Aunque respecto a los autobuses la calidad del aire en el metro no es mucho peor. En el estudio se mostró que “el aire de la red de metro contiene elementos contaminantes procedentes del ambiente exterior, además de otros resultantes de la abrasión de las ruedas de los trenes en contacto con los raíles, las tareas de limpieza o los trabajos de mantenimiento”.