¿CÓMO SERÁ EL NUEVO CONSUMIDOR UNA VEZ SE HAYA NORMALIZADO LA CRISIS SANITARIA QUE NOS ESTÁ AFECTANDO? ¿CÓMO SERÁ SU COMPORTAMIENTO?
Son numerosos los estudios y análisis que se están realizando para conocer los cambios en el comportamiento del consumidor a raíz de la experiencia vivida por el COVID-19, que hace apenas unas semanas nos hubiera parecido más a un guión de una película de ciencia ficción.
Una vez superado el período del confinamiento vamos a enfrentarnos a nuevos escenarios y a nuevas actitudes por parte de los consumidores que requerirán una respuesta por parte de las empresas, y que en según qué casos y sectores puede tener unas consecuencias muy relevantes.
De todos los estudios que hemos analizado detenidamente podemos concluir que esta crisis ha generado una aceleración de algunos procesos y decisiones que ya estaban presentes en nuestras vidas, pero a raíz de la crisis se han intensificado.
Después de la crisis, más que nunca, los consumidores valorarán de manera positiva todo lo que les proporcione seguridad a la hora de comprar o consumir. El consumidor exigirá mayores medidas de higiene y prevención en todos los espacios físicos y se incrementarán las ventas de productos de limpieza de higiene del hogar, y se vigilará el distanciamiento social.
La salud cobra mucha importancia, y el consumidor trabajará para aumentar su “inmunidad física” haciendo más ejercicio y comiendo de manera saludable.
Los consumidores estarán todavía más comprometidos con el medioambiente: la crisis ha hecho que muchos consumidores cambien su percepción respecto al medioambiente. La sostenibilidad seguirá siendo un valor en alza, especialmente los productos basados en procesos naturales y de proximidad, buscando hacer realidad el equilibrio entre un planeta sano y una sociedad sana.
Los consumidores sustituirán las experiencias fuera del hogar por alternativas que les permitan disfrutar de actividades en sus hogares que estarán mejor equipados.
Tras la crisis, bajarán categorías como los viajes, comer fuera o el retail, y aumentará el gasto destinado a alimentación, las transacciones online, el pago sin contacto, el aumento del teletrabajo y el uso del vehículo privado (en contra del menor uso del transporte público).